Últimamente estamos recibiendo muchas consultas acerca de la dieta del Aceite de Coco. Muchas vienen desde España y muchas otras vienen desde todo latinoamérica. En este artículo vamos a compartir como elaborar una dieta saludable basada en el Aceite de Coco.
Casi todos los estudios que se ha realizado sobre dietas basadas en el Aceite de Coco han utilizado el aceite de coco como sustituto de otra grasa y no como añadido a la dieta básica. Esto quiere decir que la idea que sugieren en algunas webs de añadir varias cucharadas de aceite de coco a la dieta habitual para perder peso no tiene base científica alguna.
Al contrario, lo que todos los estudios llevados a cabo evidencia es que la sustitución de una grasa en la dieta por Aceite de Coco puede ayudar en la pérdida de peso acelerando el metabolismo y produciendo energía de una manera más eficiente que otros nutrientes. Otra cosa es que podamos obtener beneficios para la salud con la simple inclusión de varias cucharadas de Aceite de Coco virgen en nuestra dieta cotidiana, que tiene bastante lógica y fundamento científico.
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Si quiere información específica sobre como utilizar el Aceite de Coco para perder peso, pinche aquí.Ahora bien, puestos a sustituir una grasa de la dieta con el Aceite de Coco, ¿qué grasa deberíamos sustituir? Como es lógico, en la elaboración de cualquier dieta, debemos tratar de sustituir las grasas más dañinas para nuestro organismo por grasas más saludables. A este respecto, debemos insistir en el mito de las grasas saturadas y el colesterol. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, las grasas saturadas no sólo son perfectamente saludables, sino que también son necesarias.
El ser humano, como la mayoría de los animales, usa y necesita un mayor aporte de grasas saturadas que insaturadas. Por ejemplo, todas nuestras hormonas sexuales, testosterona, estrógeno y gestágeno, están formadas por grasas saturadas y colesterol. Cada vez que se les han quitado las grasas saturadas a los deportistas, automáticamente se ha notado una reducción de la testosterona y una pérdida generalizada de fuerza.
Entonces, ¿Qué grasas debemos sustituir o incluso eliminar de la dieta? Por descontado, debemos tratar de eliminar todas las grasas hidrogenadas (o grasas trans). Estas se encuentran presentes especialmente en la bollería industrial desde que, por motivos meramente económicos, se sustituyó el Aceite de Coco por grasas hidrogenadas en su producción. Luego tenemos el caso de las grasas poliinsaturadas, que durante años nos han vendido como muy saludables y tristemente vamos descubriendo que no lo son tanto, y en algunos casos todo lo contrario.
En cuanto a la grasa monoinsaturada, siendo el mejor y más conocido ejemplo el Aceite de Oliva, esta no es sólo perfectamente saludable para el organismo, sino que además es altamente beneficiosa, siempre y cuando no se oxide. En efecto, tomar aceite de oliva virgen crudo es altamente saludable y nutritivo, todo lo contrario que tomarlo caliente o frito. Las grasas monoinsaturadas, al igual que las poliinsaturadas, son muy reactivas con la temperatura y no sólo pierden propiedades, sino que se enrancian y estropean, produciendo en nuestro organismo toda serie de problemas.
Por el contrario, el Aceite de Coco es una grasa saturada que no sufre oxidación ni enranciamiento con la temperatura, y por ello debería ser la única grasa que usásemos para cocinar. Gracias a ello, tenemos la suerte de que la mejor forma de añadir Aceite de Coco a nuestra dieta es utilizándolo para cocinar. De este modo, no tendremos que modificar nuestras recetas ni nuestras costumbres. Basta con sustituir cualquier grasa que estuviésemos usando para cocinar por Aceite de Coco virgen.
Dependiendo del tipo de comida que estemos preparando, querremos usar una variedad de Aceite de Coco u otra. En el caso concreto de la marca Coconoil, que ofrece tres variedades, nosotros consideramos que Coconoil Africa es el más adecuado para aquellos platos en los que no queramos modificar el sabor original de la receta y, más en concreto, en fritos, rebozados y cualquier aplicación que use aceite muy caliente. Coconoil África no aporta prácticamente sabor ni olor a nuestros platos.
Hay personas que utilizan el Aceite de Coco para endulzar sus recetas en sustitución del azúcar. Esta aplicación es especialmente interesante para los diabéticos dado que no solo eliminan el azucar de la dieta sino que ayudan a su organismo a entrar en cetosis cambiando carbohidratos por grasas, algo que se ha demostrado especialmente interesante en los diabéticos. Para esta aplicación, la variedad más adecuada es Coconoil Organic, pues se trata de un Aceite de Coco Virgen certificado ecológico por la Unión Europea y los Estados Unidos. Coconoil Organic tiene mucho aroma y un dulzor natural que unido a su extraordinario sabor a coco lo hacen indispensable en la repostería y recetas dulces en general.
Por último tenemos la variedad Coconoil Original, que está a medio camino entre Coconoil Africa y Coconoil Organic en cuanto a sabor, dulzor y aroma. Es adecuado para platos en los que se quiera dar un toque tropical sin llegar a modificar tremendamente su sabor ni aroma.
La dieta específica para para perder peso que se anuncia en estos días en muchas webs y revistas no tiene demasiado sentido para nosotros. Se trata, básicamente, de una dieta hipocalórica que incluye Aceite de Coco. Como cualquier otra dieta hipocalórica, dará resultados desiguales en función de las necesidades energéticas de cada persona y, en todos los casos, volveremos a coger cualquier peso (o incluso más) que perdamos utilizando este tipo de dietas.
Tenemos que insistir en que es erróneo creer en el concepto de dieta universal que vale para todo el mundo. Cada persona tiene un metabolismo basal concreto y unas necesidades energéticas que van estrechamente ligadas a su actividad física, así que para cada persona necesitamos elaborar una dieta específica.
Lo que si podemos garantizar en todos los casos es que la sustitución de los carbohidratos refinados (harinas, cereales, pastas, arroces, patatas, etc.) por grasas saludables como el Aceite de Coco Virgen tiene un efecto directo en el peso dado que con este simple método reducimos la cantidad de azúcar en sangre, la secreción de insulina, la conversión de azúcares en lípidos y, por encima de todo ello, aceleramos el metabolismo usando una grasa que nuestro cuerpo metaboliza en energía de manera sencilla y directa. Este es el principio fundamental que debe regir en la elaboración de una dieta para perder peso basada en el Aceite de Coco Virgen, la sustitución de las grasas nocivas y de los carbohidratos refinados por el Aceite de Coco Virgen.
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