La bacteria Helico Pylori es una de las bacterias más comunes que infectan a la raza humana. Se encuentra en familias enteras que se pasan la bacteria de unos a otros. La Helico Pylori vive en el estómago y el esófago y estimula a las células del estómago a producir cantidades excesivas de ácido gástrico o ácido hidroclorídrico. El ácido producido en exceso sale del estómago hacia arriba produciendo ardores, o técnicamente, reflujo gastroesofágico, la temida acidez de estómago. Este reflujo es doloroso y puede producir úlceras, gastritis y ocasionalmente cáncer gástrico que puede llegar a ser mortal.
Existen docenas de diagnósticos médicos para determinar la presencia de la Helico Pylori y docenas de tratamientos desarrollados por la industria farmacéutica que ganan billones de euros con esta enfermedad.
El tratamiento normal consiste en un diagnóstico preciso de la enfermedad utilizando un análisis del aliento del paciente para determinar la presencia de gases producidos por la bacteria, seguido de una medicación que dura diez días de media y consiste en hasta 6 antibióticos diarios y dos inhibidores de la bomba de protones. Finalmente, al paciente se le vuelve a analizar para comprobar la presencia de Helico Pylori. La tasa de éxito con este tratamiento fluctúa del 70 al 90 por ciento.
Los problemas del tratamiento químico para el paciente son:
- Alto Coste: Si no se tiene seguro médico puede costar entre 300 y 500 euros
- Efectos Secundarios: Diarrea, dolores estomacales, crecimiento de bacterias
- Tiempo: Varias visitas a médicos y laboratorios
En resumen, el tratamiento de la infección por Helico Pylori es costoso, produce efectos secundarios y lleva bastante tiempo, al tiempo que no es 100% infalible.
Por su parte, el Aceite de Coco es un antibiótico natural excelente. Mata las bacterias y los hongos por contacto. El Aceite de Coco se compone de grasas saturadas de cadena media. La gasa saturada más presente en el Aceite de Coco es el Ácido Laúrico. Este Ácido Laúrico es capaz de invadir la membrana celular de las bacterias y destruirlas.
Veamos un extracto de un estudio científico al respecto. «Los estudios de las grasas en 1960 por Kabara y colegas mostraron que los ácidos grasos de cadena media (C8 a C14) y sus monoglicéridos tenían efectos antimicrobiales contra una cantidad de organismos testados en laboratorio.»
Los estudios de 1960 confirmaron la actividad antimicrobial de estos lípidos contra organismos gram positivo y gram negativo, incluyendo Neisseria Gonorrhoeae, Helicobacter Pylori y Chlamydia Trachomatis, así como con los viruses envueltos en Candida Albicans y levaduras.
Desde 1998, diversos estudios clínicos han confirmados estos datos de laboratorio, y específicamente acerca de la monolaurina, el monoglicérido del Ácido Laúrico presente en el Aceite de Coco Virgen. Una pomada preparada al 2% con Lauricidin, un compuesto que contiene un 90% de monolaurina pura de los laboratorios Skin Sciences Laboratory disminuyó considerablemente los cultivos de gérmenes en las manos de los trabajadores de los hospitales al acabar sus turnos.
Otro estudio investigó las lesiones de la piel de 100 pacientes pediátricos. Los mejores aislados fueron SA, coagulasa negativos SA, Streptococcus spp, Enterobacter spp y Escherichia vulneris. La sensibilidad de estos organismos a la penicilina, oxacilina, eritromicina, ácido fusídico, mupirocina y vancomicina varió significativamente, lo que demuestra menor a mayor susceptibilidad, en los diferentes aislados (prueba exacta de Fisher = 0,000, p <0,05). En claro contraste, la sensibilidad a la monolaurina no varió significativamente entre los diferentes aislados de bacterias (prueba exacta de Fisher = 0.000; p <0,05) reflejando una alta actividad antibacteriana.
También existe una marcada diferencia estadística en los grados de resistencia. SA, coagulasa negativos SA y streptococcus spp no mostraron ninguna resistencia a la monolaurina, lo contrario a los distintos niveles de resistencia mostrados con otros antibióticos en este estudio.
Podemos afirmar con rotundidad que la monolaurina presente en el Ácido Laúrico, el ácido graso predominante en el Aceite de Coco es altamente antibacteriano y mata la bacteria Helico Pylori.
Ahora bien, cualquier médico recomendaría el tratamiento químico convencional a pesar de que el Aceite de Coco no ha producido efectos secundarios en los millones y millones de personas que lo toman diariamente, especialmente en Asia. Los pacientes que han rehusado medicarse con el tratamiento convencional y han apostado por un tratamiento natural consistente en tomar con sus comidas el equivalente a una cucharada de Aceite de Coco Virgen tres veces al día han descubierto que la enfermedad remite y la bacteria es eliminada en un mes. Todo ello sin efectos secundarios, visitas a médicos y laboratorios y con un muy bajo coste. Todos los pacientes examinados fueron sometidos a un nuevo test después de consumir Aceite de Coco durante un mes y ninguno de ellos volvió a dar positivo. La bacteria había desaparecido y con ella los reflujos, la acidez y el malestar gastroesofágico.
En resumen, ningún gobierno ha alertado jamás de que la ingesta de Aceite de Coco sea peligrosa en cualquier modo y no se conoce en la historia ningún caso de efecto secundario o dolencia alguna causada por el Aceite de Coco. Para aquellas personas que sufren los efectos de la bacteria Helico Pylori -o de cualquier otra bacteria- tomar Aceite de Coco durante un mes para comprobar sus efectos en el organismo es, en el peor de los casos, inocuo, y las posibilidades reales de solucionar una infección bacteriana o incluso vírica son muy altas. Si a esto le añadimos los beneficios clásicos que ofrece el consumo de Aceite de Coco (piel, cabello, metabolismo, energía, sistema cardiovascular, etc.) probar este producto 100% natural debería ser uno de los primeros pasos que todo el mundo diese para mejorar su salud, incluso si están tomando medicación química convencional.
Por último, cabe recordar que la acidez de estómago también puede estar causada por inflamación y que esta inflamación puede curarse en pocos días siguiendo una alimentación sana tal y como se enseña en el libro Adelgazar sin Milagros.