Icono del sitio EL ACEITE DE COCO

El Aceite de Coco y los problemas de Tiroides

Hipotiroidismo y enfermedad de Hashimoto

La Tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad de carácter autoinmune que provoca una inflamación en la glándula tiroides conduciendo al hipotiroidismo. La inflamación masiva de la glándula tiroides resulta en una baja producción de la hormona tiroidea y gradualmente produce hipotiroidismo. Esta enfermedad se suele diagnosticar entre los 20 y los 30 años de edad, siendo mucho más común en las mujeres que en los hombres.

Los síntomas de la enfermedad van cambiando conforme esta va avanzando y comienzan con fatiga, ganancia de peso, dolores musculares y articulares, entre otros hasta evolucionar a pérdida de gusto y olfato, sequedad de la piel, dolores de garganta, etc.

Para tratar el hipotiroidismo, la comunidad médica receta pastillas de hormonas sintéticas a los enfermos que deben tomar durante el resto de sus vidas. Esto se debe a que estas drogas causan que el organismo deje de producir sus propias hormonas tiroideas, de modo similar a las medicinas para la diabetes y la insulina, garantizando clientes de por vida a las grandes farmacéuticas.

Los test para detectar el hipotiroidismo no son exactos y realizar varias pruebas consecutivas suele producir diferentes resultados. De modo que algunas personas acaban tomando un tratamiento de por vida para una enfermedad que no tenían antes de comenzar el tratamiento. Del mismo modo, las personas que han estado tomando hormonas sintéticas son mucho más difíciles de curar que aquellas que no han tomado nada.

Hay bastantes alternativas naturales para controlar los síntomas asociados con la enfermedad de Hashimoto bajo control. Aunque no existe una cura, los remedios naturales han sido suficientes, en muchos casos, de ayudar a las personas que sufren este desorden.

El Aceite de Coco es uno de los remedios naturales más potentes que existen. Si tiene la enfermedad de Hashimoto o le han diagnosticado hipotiroidismo, añadir Aceite de Coco a su dieta habitual es una de las mejores cosas que puede hacer.

El Aceite de Coco es una grasa saturada compuesta principalmente por ácidos grasos (triglicéridos) de cadena media. Estos triglicéridos de cadena media pueden acelerar su metabolismo, aumentar su temperatura basal y promover la pérdida de peso aumentando sus niveles de energía. Además, más del 50% de estos triglicéridos de cadena media son Ácido Laúrico. El Ácido Laúrico es un ácido graso esencial presente en el Aceite de Coco y que el cuerpo humano utiliza para construir y mantener el sistema inmunológico. Todos estos factores combinados tienen un efecto positivo en la glándula tiroides.

Existen otros ácidos grasos presentes en el Aceite de Coco que no son menos importantes y ayudan a mantener una buena salud. El Ácido Linoleico es una grasa poliinsaturada que ha sido comúnmente usada por la industria de la pérdida de peso y se vende habitualmente como suplemento nutricional llamado CLA, las siglas para Ácido Linoleico Conjugado. Presentado en cápsulas de gel, esta grasa saludable ha demostrado promover la pérdida de grasa en una importante cantidad de estudios clínicos.

Otro componente importante del Aceite de Coco es el Ácido Oleico, que es un ácido graso del tipo Omega-9. Esta grasa es además el principal componente del Aceite de Oliva Virgen Extra, otro magnífico aliado de la salud. Este ácido graso se ha demostrado que eleva los niveles de HDL (colesterol bueno) al tiempo que baja los niveles de LDL (colesterol malo).

Ingerir un mínimo de 4 cucharadas de Aceite de Coco (de 50 a 60 ml) a diario es la cantidad ideal para cualquier persona que sufra hipotiroidismo o la enfermedad de Hashimoto. Esto puede parecer una cantidad muy grande de Aceite de Coco, pero en realidad no es tanto. Basta con sustituir las grasas habituales que utilizamos en la cocina con Aceite de Coco para consumir una cantidad considerable al día. Además, tenga en cuenta que al ingerir este Aceite de Coco obtendrá otra serie de beneficios relacionados con la salud.

Debemos recordar que, a diferencia de otras grasas, el Aceite de Coco no se enrancia (no se oxida) al cocinar con él ni pierde sus propiedades. Del mismo modo, mantiene intactas sus propiedades al pasar de estado sólido a líquido y viceversa, por lo que su versatilidad es absoluta.

¿Necesita más información?

Suscríbase al blog de manera gratuita dejando su dirección aquí y recibirá automáticamente los nuevos artículos sobre el Aceite de Coco que vayamos publicando en esta web. No usaremos su correo electrónico para nada ajeno a este blog ni recibirá correo basura de nuestra parte.

 

 

Salir de la versión móvil