El Aceite de Coco Virgen se extrae al prensar la pulpa del coco y es un alimento sumamente nutritivo que no contiene conservantes, colorantes y no ha sido modificado por ningún proceso químico, físico ni térmico. De manera natural, el Aceite de Coco Virgen se encuentra en estado líquido por encima de los 25 o 26 grados de temperatura (º C) y conforme la temperatura baja, el aceite va solidificando hasta convertirse en una manteca que se vuelve más dura cuanto más frío hace.
Normalmente, al bajar de los 22-23 grados la solidificación del Aceite de Coco Virgen es palpable a simple vista, pues en ese proceso su color cambia de transparente a blanquecino. Al llegar a os 21 grados de temperatura aproximadamente, el Aceite de Coco se vuelve completamente sólido, aunque aún está relativamente blando. Es precisamente en ese estado sólido pero blando en el que mucho llaman «Manteca de Coco» al Aceite de Coco Virgen.
Al continuar bajando la temperatura, el Aceite de Coco sólido se vuelve más duro, llegando a ponerse igual de duro que la mantequilla cuando la guardamos en la nevera, de ahí que mucha gente que guarda su Aceite de Coco Virgen en la nevera se refiera a este magnífico producto como «Mantequilla de Coco».
Como ya hemos mencionado, las estupendas propiedades del Aceite de Coco no se ven afectadas por los cambios de temperatura y, lógicamente, tampoco por sus cambios de estado. Por ello, debe saber que independientemente de que prefiera tomar su Aceite de Coco Virgen líquido, semisólido, como la manteca o completamente sólido como la mantequilla fría, los beneficios que obtendrá por su consumo son los mismos.
Lo que debe tener en cuenta a la hora de comprar Aceite de Coco Virgen es su estado en la temperatura en que se encuentra. Por ejemplo, si lo compra a temperatura ambiente por encima de 23-24 grados y el Aceite de Coco no está líquido, desconfíe, es probable que se trate de aceite de coco hidrogenado. Por el contrario, si encuentra que con temperaturas inferiores a 21 grados el Aceite de Coco sigue estando líquido, también debe desconfiar, pues probablemente se trata de aceite de coco refinado y no de Aceite de Coco Virgen.
De modo que, para resumir, independientemente del nombre que le pongan, ya sea Aceite de Coco, Manteca de Coco o Mantequilla de Coco, el producto es el mismo y sus propiedades son idénticas. Lo único que probablemente varía, suponiendo que en todos los casos hablemos de un Aceite de Coco Virgen que no ha sido modificado, es la temperatura de almacenamiento y por tanto su estado físico.