Son incontables los estudios y publicaciones sobre la enfermedad del Alzheimer sus signos y síntomas, pero a pesar de esto, siguen existiendo muchos datos sobre esta cruel enfermedad que desconocemos. Lo que sí sabemos es que se trata de una enfermedad degenerativa que sólo en España afecta a 4,5 millones de personas, por lo general mayores de 65 años, y cuyo número de enfermos se prevé que se duplique en 2020 y triplique en 2050.
Publicaciones como la de la revista Española Nutrición Hospitalaria en 2015 sobre los beneficios del Aceite de Coco Virgen en la lucha contra la demencia en el Alzheimer o como las de la doctora Mary Newport sobre el progreso de su marido abren algunas puertas hasta ahora impensables.
El objetivo de estos estudios era evaluar el impacto que tienen el Aceite de Coco en la evolución del Alzheimer y determinar si existe influencia en la mejora de los pacientes.
Estudio español sobre el Alzheimer y el Aceite de Coco
A pesar de que el estudio se realizó en las condiciones más adversas para el Aceite de Coco, éste salió bien parado, demostrando la influencia positiva del Aceite de Coco a nivel cognitivo, dependiendo esta mejoría del sexo del paciente, la existencia de diabetes y el grado de demencia.
Tras llevar a cabo el exhaustivo estudio, los pacientes con Alzheimer tratados con Aceite de Coco Virgen mejoraron los resultados en sus pruebas en un 36,99% los hombres y un increíble 39,70% en las mujeres.
Hoy en día no existe ningún tratamiento químico que pueda igualar estos resultados a medio-largo plazo por lo que podemos afirmar que el uso del Aceite de Coco Virgen es el mejor tratamiento natural contra el Alzheimer y demás tipos de demencias.
La experiencia de la doctora Mary Newport y el Aceite de Coco
Todo comenzó cuando le diagnosticaron Alzheimer al esposo de la doctora Mary Newport. La doctora, encargada de la unidad neonatal de un hospital de Florida, se propuso encontrar la manera de ayudar a su esposo a frenar el avance de la enfermedad que padecía y que estaba casi al límite de convertirse en Alzheimer severo.
Mary Newport estudió acerca del Alzheimer y llegó a la conclusión de que se trataba de un tipo de diabetes cerebral que se parece mucho a la diabetes tipo 1 y 2, ya que se desarrollan problemas con la insulina. Justamente estos problemas con la insulina son los que impiden a las células del cerebro aceptar su principal combustible, la glucosa. Cuando la producción de insulina en el cerebro disminuye, éste comienza a morir de hambre, lo que se conoce como Hambruna Cerebral. Esto es lo que les sucede a los pacientes que sufran Alzheimer, partes de su cerebro comienzan a atrofiarse causando así una alteración en su funcionamiento habitual lo que conlleva la pérdida de la memoria, el habla y el movimiento.
Afortunadamente existen otras sustancias que pueden alimentar el cerebro y prevenir la atrofia, las cetonas.
Nuestro cuerpo produce cetonas o cuerpos cetónicos cuando convierte la grasa – en vez de la glucosa – en energía. Una fuente rica en cetonas son los triglicéridos de cadena media (MCT) presentes por ejemplo en el Aceite de Coco en un 66%.
Las cetonas se metabolizan en el hígado después de comer triglicéridos de cadena media. Posteriormente, el hígado manda las cetonas a la sangre, lo que ayuda a transportarlas hasta el cerebro donde se utilizarán como combustible.
En pacientes con Alzheimer, ciertas áreas del cerebro son incapaces de tomar la glucosa a causa de la resistencia a la insulina por lo que empiezan a morir células lentamente a causa de hambre. Si éstas pudieran acceder a las cetonas podrían seguir funcionando y mantenerse vivas.
La dieta cetónica incluye tomar más grasa y restringir los carbohidratos, de este modo aumentaremos la producción de cetonas. Una alimentación rica en grasa, en proteína y baja en carbohidratos harán que su cuerpo entre en cetosis.
Estas conclusiones fueron las q
Para diagnosticarle la enfermedad, Steve fue sometido a un test del reloj en el que el paciente se le pedía dibuja un reloj de frente. En esta ocasión, el marido de Mary Newport dibujó círculos y algunos números sin mucha apariencia de reloj. Dos semanas después de que Steve comenzase a tomar Aceite de Coco, su esposa volvió a realizarle el test del reloj, mostrando éste una mejoría asombrosa. Tres semanas después, el paciente fue sometido al mismo examen y mostró un progreso aun mayor, no sólo intelectual sino también físico y emocional.
Cómo incluir Aceite de Coco en la dieta
Tal y como apunta la Doctora Newport, el Aceite de Coco puede utilizarse como sustitutivo a cualquier aceite o grasa que usemos habitualmente en nuestros platos. Lo más común es utilizarlo para cocinar, aunque algunas personas incluso lo toman a cucharadas. A diferencia de otros aceites vegetales, el aceite de coco no se oxida al calentarlo por lo que es igual de saludable en crudo que al cocinarlo. La Doctora Newport recomienda, a los pacientes con Alzheimer, empezar con una cucharada pequeña de Aceite de Coco acompañada de alimentos, e ir aumentado la dosis progresivamente hasta alcanzar un máximo de 4 a 6 cucharadas soperas al día.
Ya sea si vas a tomar Aceite de Coco como tratamiento o simplemente como medida preventiva es importante empezar a incluirlo poco a poco ya que no todas las personas lo toleran del mismo modo y en algunos casos pueden ocasionar malestar estomacal.
Pincha aquí y conoce numerosas formas de incluir Aceite de Coco en tu dieta.
Alimentos que debes evitar para proteger tu salud cerebral
Es importante conocer qué alimentos debemos evitar para proteger la salud de nuestro cerebro y prevenir cualquier enfermedad neuronal.
- Azúcar. El excesivo consumo de azúcar está detrás de la resistencia a la insulina. Lo aconsejable es restringir el consumo de azúcares a menos de 25 g diarios y evitar comer demasiadas frutas. En caso contrario, puedes dañar las células y crear resistencia a la insulina.
- Hidratos de carbono. Los carbohidratos se convertirán en azúcar dentro del cuerpo, lo que aumentará los niveles de insulina.
- Endulcorantes artificiales. Algunos edulcorantes no calóricos suponen un riesgo para las células cerebrales y estudios aseguran que acortan la respuesta de memoria o alteran la retención de memoria.
Más allá del Alzheimer
Como ya hemos visto, el Aceite de Coco es una grasa natural que aparentemente consigue que los pacientes que sufren Alzheimer mejoren sus resultados al producir cetonas, pero la cosa no queda ahí.
Entre la larga lista de beneficios del Aceite de Coco está combatir la diabetes, controlar los niveles de colesterol en sangre, reducir las enfermedades cardiovasculares o combatir el sobrepeso, hecho demostrado por numerosos estudios.