Sin embargo, los ácidos grasos de cadena media contenidos en el Aceite de Coco se metabolizan directamente en el hígado, lo que favorece que el organismo entre en el metabolismo de la grasa con facilidad, produciendo que nuestra grasa disminuya y nuestra masa muscular aumente. Además, el Aceite de Coco en la práctica deportiva tiene más utilidades, ya que mejora la resistencia y aporta energía de manera sostenida. A diferencia del consumo de carbohidratos, que producen picos de energía, el consumo de ácidos grasos de cadena media proporciona energía constante y sostenida durante largos periodos de tiempo, lo que se traduce como mayor capacidad de resistencia y menor agotamiento muscular.
Por otro lado, los carbohidratos aportan entorno a 4 kcal de energía por gramo mientras que las grasas como el Aceite de Coco aportan 9 kcal, lo que supone más del doble de aporte energético que el de los hidratos de carbono, es decir, que comiendo la misma cantidad obtendremos el doble de energía con el Aceite de Coco que con los carbohidratos.
Además, incluir Aceite de Coco en nuestra dieta es muy sencillo, bien podemos tomarlo a cucharadas (de 3 a 4 al día) o hacer ricas recetas combinándolo con otros alimentos como ensaladas, tostadas e incluso para freír u hornear, siempre que éste sea Aceite de Coco Virgen Original o Ecológico. Si tienes más interés en recetas que usen aceite de coco visita la web del libro Cocinar sin Carbohidratos.
Podemos asegurar que el Aceite de Coco se ha convertido en un aliado indispensable en la práctica deportiva, con beneficios como el aporte de energía constante y la reducción de grasa.