Principales características del Aceite de Coco
- El Aceite de Coco contiene ácidos grasos de cadena media (MCT). Este tipo de ácidos grasos de cadena media son una versión saludable de grasas que se metabolizan directamente en el hígado en forma de energía pero, sin llegar a almacenarse en forma de grasa corporal en nuestro cuerpo. El Aceite de Coco no posee grasas trans, asociadas con diversos problemas como enfermedades del corazón o el colesterol.
- Son precisamente estos ácidos grasos de cadena media presentes en el Aceite de Coco los que ayudan a controlar la diabetes tipo II cada vez más extendida en la sociedad actual. Estos ácidos grasos son absorbidos por las células, que los convierten en energía, protegiendo a nuestro organismo contra la resistencia a la insulina.
- El Aceite de Coco es rico en Ácido Láurico, Cáprico y Caprílico, que protegen nuestro cuerpo de virus, hongos y bacterias fortaleciendo nuestro sistema inmunológico. El cuerpo transforma el Ácido Láurico en Monolaurina, que estimula el sistema inmunitario y ayuda a combatir virus y herpes.
- El Aceite de Coco, al metabolizarse en energía eleva el metabolismo basal del cuerpo y reduce la tasa de triglicéridos, lo que favorece la pérdida de peso y la quema de grasas.
Otra de las aplicaciones del Aceite de Coco es como loción corporal ya que incrementa la hidratación y reduce la pérdida de agua de las zonas más resecas, eliminando las temidas arrugas de expresión. Además, también puede utilizarse como acondicionador de pelo, hidratando tanto la raíz como el cuero cabelludo.- Además, el Aceite de Coco es un alimento saciante, es decir, ayuda a controlar el apetito y el deseo de productos cargados de azúcar. La grasa que contiene el Aceite de Coco tiene mayor poder saciante que los monosacáridos presentes en el azúcar, lo que hace que comamos menos cantidad.
No te dejes engañar y empieza desde hoy a tomar Aceite de Coco, pero asegúrate que sea Virgen Original o Ecológico certificado, sin aditivos y sin haber sido sometido ningún proceso químico.