Una súper Receta con un súper Alimento Natural
Los crepes tienen diferentes nombres según qué parte del mundo nos encontremos: frisuelos o filloa, pancakes, blinis, piadina, tortitas, …pero todos tienen algo en común, ¡están buenísimos!
En su origen, como dato curioso, se elaboraban crepes porque se quería acabar en los hogares con los excedentes de mantequilla, manteca y huevos antes de que diese comienzo el período de Cuaresma en la tradición cristiana.
Hay muchas maneras de cocinarlos o comerlos, y en esta ocasión presentamos una variante que sustituye a la mantequilla por un alimento con propiedades más saludables y que además le darán un toque de sabor diferente y fresco: el Aceite de Coco.
INGREDIENTES y PREPARACIÓN
¿Quieres saber el secreto de unos ricos y tiernos crepes? Si todos los ingredientes que componen la receta los tienes previamente a temperatura ambiente, te estarás garantizando un resultado cercano al 10, ¡sólo faltará ponerle cariño para conseguir el sobresaliente!
Por lo general, el Aceite de Coco lo tendrás en estado sólido, incluso estando a temperatura ambiente, pero no te preocupes porque te damos más adelante un consejo perfecto para que lo utilices sin ningún problema.
Qué necesitas
✔ 1 Taza de harina, aconsejamos Harina para Tortas porque la diferencia con otras harinas es:
- La Harina Todo Uso es una mezcla de trigo blando y duro y contiene entre 10%-12% de proteína, lo que hace que tus crepes salgan menos tiernos que con la harina para tortas.
- La Harina para Pan contiene gluten y entre un 12%-14% de proteína, con su uso estarás perdiendo esponjosidad respecto a la harina para tortas.
✔ 2 Huevos tamaño grande a temperatura ambiente
✔ 2 ½ Tazas de Leche de Coco: nuestra opción saludable es no usar productos con lactosa, de esta forma sustituimos la leche convencional por leche de coco, haciendo que nuestros crepes sean más sanos y aromáticos.
✔ Sal al gusto, con 2 pizcas puede bastar. ¿Has probado a cocinar con Sal del Himalaya? Da todo el sabor a tus elaboraciones y además equilibra el ph del cuerpo, contribuye a la buena digestión e incluso ayuda a mejorar el sueño.
✔ ½ Cucharadita de Bicarbonato de Sodio: es un truco buenísimo para lograr unos crepes más gruesos y esponjosos al actuar como una levadura natural conforme se va calentando.
✔ 1 Cucharada de Vainilla. La mezcla del aroma de la vainilla y el Aceite de Coco dan como resultado una mezcla de sabores y aromas muy apetecibles.
✔ 2 Cucharadas de Aceite de Coco Virgen Ecológico.
✔ Un poco de miel, de esta forma estaremos sustituyendo el azúcar en nuestra receta haciéndola más original y saludable.
✔ Complementos al gusto: fresas o fresones para aportar color y frescor al postre, chocolate fundido o miel de caña para dar el toque dulce irresistible, etc.
Preparación Crepes con Aceite de Coco
En un bol grande batimos los huevos con la leche de coco, agregamos la sal, el bicarbonato de sodio y un poco de miel. En ese momento empezamos a agregar la harina para tortas removiendo hasta que notemos la textura suave y uniforme. Finalmente añadimos la vainilla junto al Aceite de Coco, y como por lo general lo tendremos en estado sólido, se bate muy bien con la mezcla hasta conseguir integrar completamente el aceite, quedando así una masa homogénea.
Es el momento de empezar a cocinar los crepes. Cogemos una sartén (a ser posible antiadherente), calentamos una cucharada de aceite de coco y distribuimos bien para favorecer un fácil manejo del crepe en el cocinado; llenamos un cucharon con la mezcla y lo vertemos al centro de la sarten cuando ésta haya cogido ya una temperatura medio/alta; vamos girando e inclinando la sartén para que nuestra mezcla cubra toda la base.
Los tiempos son muy importantes para que el resultado sea espectacular en sabor y a la vista, el secreto está en dejar la masa cocinar a temperatuda media/alta hasta ver que los bordes van cambiando a un color dorado. A continuación nos ayudamos de una espátula de cocina para darle la vuelta a nuestro crepe, la clave es ir despegando todos los bordes hasta que quede suelta. Esta vez el crepe necesitará menos tiempo para terminar de coger ese color dorado característico antes de ser apartado a un plato.
Puede que notes que la mezcla, una vez hecha, adquiera un aspecto grumoso; esto se debe a que el Aceite de Coco usado tiende a querer recuperar su estado sólido, pero no te preocupes porque al batirlo de nuevo todo vuelve a ser una masa uniforme.
Tú decides cómo comerlos, si rellenarlos de fruta , de vegetales, de elementos salados o dulces como el chocolate, … Sólo nos queda decirte: ¡Que aproveche!
Aspectos a tener en cuenta a la hora de Comprar Aceite de Coco
Es importante asegurarse que el Aceite de Coco que compremos es Virgen, obtenido de la primera prensada en frío, que no ha sido hidrogenado, desodorizado, blanqueado ni modificado de ningún otro modo.
Hay que cerciorarse de que el Aceite de Coco Virgen a adquirir tenga Certificación de Virgen y de Ecológico (Organic).
Un aspecto a revisar es que el bote de Aceite de Coco Virgen no contenga ingredientes modificados genéticamente (GMO).
Algo que puede pasar desapercibido es el precinto del envase: por su precio, algunos comerciantes compran al por mayor y reenvasan con su propia marca sin tener en cuenta las mínimas medidas higiénicas que garanticen la calidad y seguridad del producto.
¿Dónde puedo encontrar Aceite de Coco Virgen?
El Aceite de Coco Virgen se puede encontrar en gran variedad de formatos y tiendas. Nosotros siempre recomendamos Cocofina porque tiene una relación calidad-precio excepcional.
Cualquiera de las dos variedades de Aceite de Coco Virgen Certificado Cocofina, ya sea Virgen Certificado o Virgen Ecológico son adecuados para su uso cotidiano en nuestro hogar.
Tiendas online como OutletSalud.com se aseguran de que cumplan todos los requisitos que un Aceite de Coco Virgen de calidad debe superar.
Ya sabes, si quieres empezar a incluir Aceite de Coco en tu vida cotidiana, asegúrate de que éste sea Aceite de Coco Virgen Certificado o Ecológico (Organic) como por ejemplo, el Aceite de Coco sin aditivos y sin haber sido sometido a ningún proceso químico.