Para quien nunca haya probado el Aceite de Coco, tomar una decisión en cuanto a cual comprar puede resultar complicado e incluso frustrante. Muchos fabricantes tratan de confundir al consumidor y hoy vamos a despejar algunas dudas al respecto.
Lo primero que tenemos que comprender es la denominación del Aceite de Coco. Existen básicamente dos tipos de Aceite de Coco: el Aceite de Coco Virgen y los aceites de coco refinados. El Aceite de Coco Virgen es el que ha sido extraído por procesos manuales, sin utilizar ni calor ni productos químicos, y es el que garantiza que mantiene absolutamente sus propiedades en el momento de ser producido. Por el contrario, los aceites de coco refinados por diferentes procesos pueden haber perdido sus características principales, que son de las que hablamos en este artículo o en este otro.
Aunque algunos fabricantes y distribuidores dicen que su Aceite de Coco es «Virgen Extra», la denominación «Virgen Extra» sólo es aplicable al aceite de oliva, pues se refiere a características organolépticas que no tienen nada que ver con el Aceite de Coco. Sin embargo, muchos fabricantes y distribuidores añaden la palabra «extra» para tratar de dotar a su producto de una falsa sensación de calidad que muchas veces su producto adolece de manera natural.
En cuanto al Aceite de Coco Virgen, en realidad la mayoría de los que pueden encontrarse en el mercado son similares en su origen, pero se diferencian en algo tan básico como el trayecto que siguen desde su lugar de origen hasta nuestros hogares. Para poder garantizar que las propiedades del Aceite de Coco Virgen que consumimos se mantienen intactas, debemos tratar de consumir aquellos que nos ofrezcan triple garantía, algo que se conoce en inglés como la triple «P»: Picked, Pressed and Packed at origin, o sea, recolectado, prensado y envasado en origen.
Lo que hace costoso al Aceite de Coco en muchos países es que tiene que recorrer grandes distancias antes de llegar a las tiendas y este coste de transporte encarece bastante el producto. En un esfuerzo por ahorrar costes de transporte y poder vender más barato, algunos fabricantes se traen la materia prima en contenedores y después acaban el proceso de extracción o envasado del Aceite de Coco localmente en el país de destino. Si bien esto abarata el precio del Aceite de Coco Virgen, lo cierto es que puede mermar su calidad.
Lo idóneo es extraer el Aceite de Coco de la pulpa de los cocos mediante prensado y envasar el aceite resultante de esa primera prensada directamente en el origen, para evitar que pierda propiedades al ser trasladado de cualquier otro modo. Por ejemplo, el Aceite de Coco Coconoil, del que hemos hablado en otras ocasiones, se envasa localmente en Sri Lanka tras ser recolectado y prensado allí. Una vez envasado, los botes se precintan de manera individual, de modo que cuando realizan un viaje de miles de kilómetros antes de llegar a nuestros hogares, su frescura y sus propiedades han sido perfectamente selladas desde el origen, lo que hace que el aceite llegue en las mismas condiciones que si viviésemos allí.
De hecho, al estar envasado y precintado en el origen, el Aceite de Coco Virgen no puede ser manipulado por ninguno de los intermediarios habituales. Cuando se mercadea con materias primas al por mayor, en grandes contenedores, resulta relativamente sencillo rebajar o cortar el producto con otros productos de menos calidad, reduciendo su coste y aumentando sus márgenes comerciales, pero obviamente cambiando sus características y por tanto sus propiedades. La única forma de asegurar que el Aceite de Coco es realmente virgen es comprando uno que haya sido envasado y precintado en su país de origen. Todos los demás son susceptibles de haber sido manipulados.
Por eso, la triple garantía (recolectado, prensado y envasado en origen) es la mejor forma de asegurarnos que el Aceite de Coco Virgen que consumimos mantiene sus propiedades intactas. Asegúrese que el Aceite de Coco que está consumiendo cumple estas tres reglas y estará garantizando que los beneficios de consumir Aceite de Coco llegan a su familia intactos.
¿Engorda el Aceite de Coco?
Por otro lado, el Aceite de Coco Virgen es el alimento más rico en la naturaleza de Ácido Laúrico. Como recordarán de 
Volviendo a la dieta de los niños, como con cualquier otro producto, no es bueno abusar ni forzar. La introducción en la dieta del Aceite de Coco para los niños debe ser razonable y lógica. Lo primero que debemos recordar es que se trata de una grasa, y que no debemos proporcionar un exceso de grasa en la dieta de nadie, mucho menos un niño. Esto quiere decir que debemos introducir el Aceite de Coco Virgen en la dieta sustituyendo otras grasas, no añadiendo más grasa a la dieta. Por ejemplo, sería sensato tomarse una rebanada de pan untada con Aceite de Coco Virgen en lugar de con mantequilla, pero no sería sensato añadir Aceite de Coco a una rebanada de pan que ya estuviese untada con mantequilla. Del mismo modo, tendría sentido freír un huevo en Aceite de Coco en lugar de aceite de girasol, colza o maíz, pero no tendría sentido freir un huevo en cualquier aceite y luego añadirle Aceite de Coco, lo que incrementaría el total de grasa del plato en cuestión.
Si hay una etapa de la vida en la que los beneficios del Aceite de Coco Virgen son todavía más interesantes esta es sin duda la vejez, y no nos referimos a la vejez extrema, sino a la tercera edad. En general, el Aceite de Coco es un excelente complemento a la dieta de cualquier persona, pero todavía más si cabe si has pasado de los 50 años de edad.
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