Mantenimiento y Conservación del Aceite de Coco Virgen

Conservación y Cuidado del Aceite de Coco

Conservación y Cuidado del Aceite de Coco

A menudo recibimos consultas en la web relacionadas con el mantenimiento y conservación del Aceite de Coco Virgen. Son muchas las personas que muestran inquietud por conservar su estado líquido o sólido. Como hemos dicho en otras ocasiones, el Aceite de Coco es un alimento que cambia de estado líquido a sólido con mucha facilidad, sin que esto altere en absoluto la calidad o las características del mismo.

Cuando hace calor, por encima de unos 22-24 grados de temperatura (72-75 F), el Aceite de Coco Virgen se vuelve líquido y transparente. Por debajo de 21 grados centígrados (unos 70 grados F), el Aceite de Coco comienza a volverse blanco y sólido.

Si se desea tener Aceite de Coco sólido en verano o cuando la temperatura sube de 22 grados, lo único que tenemos que hacer es meterlo en el frigorífico. El Aceite de Coco Virgen no se estropea por estar dentro de la nevera… ni tampoco por estar fuera. Por el contrario, si deseamos tener Aceite de Coco líquido en invierno, cuando la temperatura esté por debajo de los mencionados 21 grados, lo único que tendremos que hacer es poner el recipiente junto a una fuente de calor o calentarlo al baño María. Calentar y enfriar el Aceite de Coco Virgen no altera sus características ni merma sus efectos beneficiosos en el organismo, así que podemos repetir esta operación cuantas veces sea necesario.

En cuanto a su conservación, el único dato importante a tener en cuenta es que debemos proteger el Aceite de Coco de la luz solar directa. Como cualquier otro alimento, la radiación solar podría llegar a afectar al Aceite de Coco Virgen. Por ello, es recomendable guardar los botes bien tapados en cualquier armario de la cocina y dejar al alcance de la luz sólo las pequeñas cantidades que vayamos a utilizar en las próximas semanas.

A diferencia de otros aceites, el Aceite de Coco Virgen no se enrancia con facilidad. Más bien al contrario, al estar compuesto principalmente por ácidos grasos saturados, la resistencia a la oxidación del Aceite de Coco es muy alta. Por esa razón, es difícil que un recipiente que contenga Aceite de Coco y permanezca tapado al amparo de la luz solar directa se ponga malo, huela a húmedo o se estropee de cualquier otro modo.

No debemos olvidar que el Ácido Laúrico presente en el Aceite de Coco es un potente agente bactericida y fungicida. Por esta razón, el Aceite de Coco Virgen no suele crear hongos ni bacterias en circunstancias normales. Al contrario, ayuda a prevenir su aparición en aquellos alimentos que hayamos cocinado con este aceite. Por ello, los alimentos cocinados con Aceite de Coco tienden a durar más tiempo una vez almacenados correctamente, porque los ácidos grasos de cadena media contenidos en él ayudan a mantener los alimentos libres de baterías, hongos y demás microorganismos que podrían deteriorar el alimento.

En las excavaciones arqueológicas del antiguo Egipto se han encontrado vasijas selladas que contenían Aceite de Coco Virgen en buen estado. Esto no hace sino demostrar la capacidad de aguante que tiene este preciado alimento y lo bien que trabajan los ácidos grasos de cadena media que contiene manteniéndolo libre de bacteria y microbios.

Algunas personas prefieren comprar envases grandes de Aceite de Coco, de varios kilos de peso, y luego re envasar en casa en recipientes más pequeños. El motivo es que comprándolo en formatos grandes se ahorra considerablemente y de este modo incluso se ponen de acuerdo entre varias personas para realizar un pedido de mayor cantidad y conseguir un precio por kilo sustancialmente inferior al que se obtiene al comprarlo en botes pequeños. Estas personas nos preguntan si la fecha de caducidad del Aceite de Coco Virgen se ve alterada una vez que se desprecinta el recipiente grande por primera vez. La respuesta es un rotundo NO. El Aceite de Coco mantendrá su fecha de caducidad original -qué en realidad es una fecha de consumo preferente obligatoria y no una caducidad como tal del producto- incluso después de haber desprecintado el envase original y sin necesidad de conservarlo de ningún modo especial más allá del de descrito en este artículo.

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Las grasas necesarias del Aceite de Coco

Ácidos Grasos Contenidos en los Alimentos

Ácidos Grasos Contenidos en los Alimentos

Cuando pensamos en grasas beneficiosas casi de inmediato pensamos en un puñado de aceites que tienen unas buenas propiedades, como el aceite de oliva, el de onagra o el de pescado. Lo cierto es que, aunque estos aceites pueden ser beneficiosos para el organismo, no son los únicos.

El Aceite de Coco Virgen está repleto de ácidos grasos de cadena media (MCTs por sus siglas en inglés), pero también contiene otros ácidos grasos muy beneficiosos para nuestra salud. De los ácidos grasos de cadena media contenidos en el Aceite de Coco, hay uno que sobresale por encima del resto: el Ácido Laurico. Ya hemos hablado en otros artículos sobre el ácido laúrico y la monolaurina, y los beneficios que el consumo de Aceite de Coco Virgen tiene para los humanos, así que no vamos a repetirnos en este sentido, pero sí que vamos a ver hoy otros ácidos grasos que contiene el Aceite de Coco que son beneficiosos para la salud, incluso algunos necesarios.

En efecto, existe un grupo de ácidos grasos llamados Ácidos Grasos esenciales que son aquellos que el organismo no puede sintetizar y por tanto debemos incluir en nuestra dieta pues son indispensables para mantener una buena salud. Uno de estos ácidos grasos esenciales es el Ácido Linoleico y se encuentra presente en el Aceite de Coco Virgen. El Ácido Linoléico es una grasa poli-insaturada Omega 3 presente entre otros en el Aceite de Coco aproximadamente entre 1,2 y 1,5 gr por cada 100 gramos de producto, o lo que es lo mismo, entre un 1,2 y un 1,5% de su composición.

El secreto de la popularidad del Aceite de Oliva en estos años reside en que tiene una alta concentración de Ácido Oleico, que es muy beneficioso para la salud. El Ácido Oleico es una grasa mono-insaturada Omega 9. Se cree que el Ácido Oleico protege el sistema cardiovascular reduciendo el riesgo de reducir enfermedades coronarias. Pues bien, el aceite de oliva no es el único aceite rico en este ácido. Al contrario, otros aceites vegetales como el de Aguacate o el mismísimo Aceite de Coco Virgen también contienen cantidades significativas de Ácido Oleico.

En concreto, el Aceite de Coco Virgen contiene aproximadamente un 6% de Ácido Oleico, lo que conlleva necesariamente que también aporta los mismos beneficios que se le atribuyen a los aceites de oliva o aguacate.

Pero, ¿no se supone que el Aceite de Coco es una grasa saturada?

Pues en realidad el Aceite de Coco Virgen se compone, como acabamos de ver, de grasas saturadas, como los ácidos grasos de cadena media, de grasas poli-insaturadas, como el Ácido Linoleico y de grasas mono-insaturadas como el ácido Oleico.

Muchos se abrazan al aceite de oliva porque -dicen-, se trata de una grasa mono-insaturada, cuando lo cierto es que aunque contiene una gran cantidad de ácidos grasos mono-insaturados, también contiene más de un 16% de ácidos grasos saturados, o sea, de algunas de las mismas grasas saturadas que contiene el Aceite de Coco Virgen y que algunos usan como excusa para no usarlo.

Lo cierto es que la mayoría de los aceites vegetales, incluyendo el Aceite de Coco Virgen, contienen los tres tipos principales de grasas, saturadas, mono-insaturadas y poli-insaturadas, aunque en distintas proporciones. El ser humano necesita ingerir grasas saturadas y también insaturadas. Lo importante es ingerir grasas de calidad que nos aporten los ácidos grasos esenciales que necesitamos para lograr una óptima nutrición, y el Aceite de Coco es uno de los aceites vegetales que, además de proporcionarnos estas grasas, tiene una amplia versatilidad como leímos hace poco en este artículo.

Receta de Pollo al Curry con Aceite de Coco

Receta de Pollo al Curry con Aceite de Coco

Receta de Pollo al Curry con Aceite de Coco

Hoy os traemos esta deliciosa receta que os transportará hasta las calles de Bombay con una explosión de aromas que evocan a la India. Se trata de un plato tradicional que toma un nuevo giro al prepararse con Aceite de Coco Virgen y que gustará en casa a todos por igual. Además de su facilidad de preparación, esta versión de Pollo al Curry con Aceite de Coco es altamente nutritiva y muy adecuada si sigues una dieta para adelgazar con Aceite de Coco.

Ingredientes:

  • 2 Kg de Pollo partido en trozos
  • 3 Cucharadas de Aceite de Coco Virgen
  • 2 Cucharadas de Harina de Avena
  • 1/2 Cucharadita de Sal
  • 1/4 Cucharadita de Pimienta Negra
  • 1 Cucharada de jengibre rallado
  • 1/4 de Cebolla picada
  • 4 Dientes de ajo
  • 1 Cucharada de Curry Molido
  • 2 Tazas de caldo de pollo
  • 1/4 de taza de Agua (o agua de coco)

Instrucciones:

Ponemos en una sartén con el Aceite de Coco virgen el ajo, la cebolla y el jengibre y salteamos. Pasados unos minutos, añadimos el pollo y lo doramos en el sofrito. Cuando esté dorado por fuera, añadimos el caldo de pollo y lo dejamos cocer 15 minutos. Después añadimos la sal, la pimienta negra y el curry. Cubrimos la sartén y continuamos cocinando otros 5 minutos. Mientras tanto, disolvemos la harina de avena en el agua (o agua de coco) y lo añadimos al guiso. Después cocemos cinco minutos más y ya está listo para servir, acompañado de tu guarnición favorita y decorado con un poco de perejil. Este plato suele acompañarse de arroz integral o arroz salvaje.

Aceite de Coco en el desayuno

Tostadas con Huevos Fritos en Aceite de Coco

Tostadas con Huevos Fritos en Aceite de Coco

El Aceite de Coco Virgen es un alimento muy rico en ácidos grasos de cadena media, lo que le confiere un alto valor nutritivo. Uno de los mejores momentos que podemos elegir para tomar parte de nuestra ración diaria de Aceite de Coco es el desayuno. Si bien es cierto que al levantarnos nuestras reservas de energía están al máximo tras el sueño y los distintos procesos que tienen lugar en el organismo mientras descansamos, no es menos cierto que es en la primera parte del día en la que más energía utilizamos para realizar nuestras tareas, pues estas suelen ser más intensas durante la mañana.

Las familias con hijo tienen mañanas de mucho desgaste en las que hay que preparar a los niños para el colegio, darles el desayuno, prepararles meriendas y llevarlos a la escuela para que lleguen puntuales a clase, todo ello mientras preparan sus propias cosas para el trabajo. Este ritual mañanero requiere mucha energía y es ahí donde el Aceite de Coco juega un papel importante. Los triglicéridos de cadena media presentes en el Aceite de Coco se metabolizan en energía en el hígado de manera directa, sin convertirse previamente en glucosa. Esto acelera nuestro metabolismo y nos proporciona una fuente estable de energía durante las horas siguientes a su ingesta sin alterar los valores de glucosa en sangre.

La consecuencia directa de este aporte energético del Aceite de Coco es que no tenemos picos de glucosa ni de insulina, lo que hace que no sintamos pesadez ni cansancio en ningún momento, al tiempo que nuestro apetito disminuye pues nuestras reservas de energía permanecen estables mientras consumimos internamente el Aceite de Coco que acabamos de ingerir.

Hay muchas formas de tomar Aceite de Coco Virgen por las mañanas. Algunas personas eligen tomar directamente entre una y tres cucharadas de Aceite de Coco. Otras personas prefieren ponerlo en las tostadas. También hay personas que lo utilizan para cocinar sus huevos y cada vez son más los que eligen desayunar un batido de proteínas al que le añaden entre una y tres cucharadas de Aceite de Coco Virgen, en función de sus necesidades energéticas.

En cualquier caso, tenemos que recordar que el Aceite de Coco no se altera al cambiar de estado líquido a sólido ni se oxida ni se enrancia al cocinar con él. Esto permite que podamos utilizarlo en la cocina de cualquier modo sin que sus magníficas propiedades se vean alteradas en modo alguno. Ningún otro aceite apto para el consumo humano tiene este tipo de versatilidad, y es por ello que cada vez más es el aceite de cocina elegido por las personas que desean llevar una vida sana en la que la nutrición es el pilar fundamental en que cimientan su bienestar.

Por ello, no lo dude: use Aceite de Coco por la mañana en el desayuno y comience a sentir las ventajas que le proporciona este alimento milenario. Compruebe como sus niveles de energía aumentan y su apetito disminuye cuando incluye Aceite de Coco Virgen en su desayuno.

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El Aceite de Coco en el siglo XXI

Aceite de Coco

Aceite de Coco

Resulta paradójico que en pleno siglo XXI estemos asistiendo al renacer de un alimento ancestral como el Aceite de Coco que durante décadas ha estado condenado al ostracismo. A mediados del siglo pasado, por una serie de intereses comerciales y de informaciones erróneas, el Aceite de Coco fue relegado casi al olvido mientras surgían con fuerza productos tan dañinos para la salud como los aceites vegetales hidrogenados. Sin casi darnos cuenta, cambiamos el consumo de Aceite de Coco, un alimento milenario y saludable, por unos productos modificados artificialmente que dañan gravemente nuestra salud. Y lo peor del caso es que lo hicimos convencidos de que lo bueno era malo, y lo malo bueno. La industria de los aceites vegetales nos hizo creer que la grasa hidrogenada como la margarina era más saludable que la grasa saturada, como el Aceite de Coco. ¿Cuántas muertes habrá producido este sinsentido? Seguramente nunca lo sabremos con certeza.

Afortunadamente, con la explosión de las redes sociales y la disponibilidad de información para todo el mundo a través de Internet, el Aceite de Coco ha ido recuperando su reputación conforme los estudios clínicos han ido dando la razón a este maravilloso producto al tiempo que constataban que el consumo de grasas vegetales hidrogenadas es altamente perjudicial para el organismo. Por fin, la población puede comprender la diferencia entre grasa saturada y grasa hidrogenada. De una vez por todas, el consumidor dispone de suficientes argumentos e información como para tomar decisiones educadas en materia de consumo.

El paulatino aumento del consumo de Aceite de Coco en lo que llevamos de siglo demuestra que ni siquiera los intereses comerciales más diabólicos pueden ocultar para siempre la realidad a la población. El consumidor siempre encuentra una forma de descubrir la verdad y, una vez que lo hace, la abandera y defiende. Ahora, casi 70 años después de que los primeros ataques al Aceite de Coco comenzaran en Estados Unidos, por fin podemos librarnos de la información sesgada y tomar una decisión acertada en nuestro consumo de grasa. Ahora que los estudios aparecen día si, día también, podemos elegir consumir Aceite de Coco para fortalecer nuestra salud. Ahora que científicos, investigadores, médicos y todo tipo de personas apoyan abiertamente el consumo de Aceite de Coco, por fin podemos encontrarlo con cierta facilidad en comercios online e incluso en tiendas de barrio.

Sin embargo, el siglo XXI también se caracteriza por la picaresca de muchas personas que utilizan todo tipo de estratagemas para confundir al consumidor. Así, hay quien pretende vender aceite de palma como si fuese Aceite de Coco, o convencernos que el Aceite de Coco «Puro» es lo mismo que el Aceite de Coco «Virgen», cuando esto no es cierto. A la hora de escoger un Aceite de Coco, lo primero que debemos asegurarnos es que es Aceite de Coco Virgen. Esto nos garantizará que no está mezclado con otras sustancias, que no se han utilizado químicos en su proceso y producción, y que, en definitiva, sus magníficas propiedades nos llegan intactas.

El Aceite de Coco Virgen se produce por presión en frío de la pulpa del coco y esta es la única forma de garantizar que las estupendas propiedades del Aceite de Coco nos llegan intactas hasta nuestra cocina… o hasta nuestro aseo. En efecto, son tantas las personas que consumen Aceite de Coco en el marco de una dieta sana como aquellas que usan Aceite de Coco para cuidar su piel o su pelo. Lo cierto es que ahora sabemos que los triglicéridos de cadena media que contiene el Aceite de Coco Virgen son tan beneficiosos por dentro como por fuera y esta es una prueba más de que la información es imparable en este siglo.

Si hace unas décadas nos decían que las grasas saturadas eran perjudiciales para el organismo, hoy sabemos gracias a los estudios científicos que los triglicéridos de cadena media -que son grasas saturadas- son altamente beneficiosos para el organismo y tienen efectos positivos directos en todo tipo de dolencias, desde el hipertiroidismo hasta un simple catarro, pasando por la pérdida de peso, las enfermedades degenerativas o incluso las infecciones bacterianas y víricas. En ocasiones, las cosas no son lo que parecen y en el caso de las distintas grasas que tenemos a nuestra disposición, esto es especialmente cierto.

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